lunes, 27 de junio de 2011

 
Esta baranda no tiene ningún soporte que resista fuerza o un gran peso y está expuesta a que todas las personas la utilicen.

 
Esta escalera es muy angosta y no está dispuesta para resistir un tránsito de una gran cantidad de personas y cuando ocurre están expuestas a sufrir algún accidente en este caso los estudiantes.

 
Esta construcción está en obra negra y no posee ninguna señalización de peligro y está expuesta a accidentes porque no tiene barandas ni prohibición del paso.

 
Aquí podemos ver que no hay ninguna señalización que prohíba el ingreso a esta construcción en obra negra y que las personas que ingresen a ella están expuestas a muchos peligros.
Esta casa que se encuentra dentro de la institución, por su antigüedad se está viendo en deterioro y a la vez en peligro las personas que habitan en ella y las que pasan junto o debajo de ella

 
El sitio en el que se almacenan las basuras esta expuesto al contacto de los estudiantes y de todas las personas que estén dentro de la institución.

 
El rio que pasa por el lado del colegio esta a pocos metros de este y en caso de crecer puede desbordarse e invadir les locaciones de la institución, ya que no existe ninguna barrera de contención o algo semejante.

 
Este contenedor de extintores no contiene extintor por razones desconocidas y en caso de emergencia puede hacer una gran falta por que está ubicado en un lugar estratégico en caso de emergencia.


Pese a las construcciones que se realizaron en la institución a los maestros de obra se les paso por alto terminar algunas cometidas de electricidad y están expuestas a todos los estudiantes.
¿CUÁL ES LA IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN AMBIENTAL?

En su definición sobre Educación Ambiental, las Naciones Unidas nos indica que ésta tiene como objetivos la formación de los individuos para conocer y reconocer las interacciones entre lo que hay de natural y de social en su entorno y para actuar en ese entorno. Intentando no imprimir a sus actividades orientaciones que pongan en grave deterioro el equilibrio que los procesos naturales han desarrollado, haciendo posible la existencia de una calidad ambiental idónea para el desarrollo de la vida humana.

Es necesario abordar la temática del cuidado del medio ambiente con la seriedad necesaria para poder revertir los hábitos que causaron daños, hasta la fecha, a nuestro planeta. Es necesario incorporar la idea que con el correr del tiempo y manteniendo comportamientos perjudiciales hacia el ambiente vamos perdiendo la oportunidad de tener una mejor calidad de vida, vamos deteriorando nuestro planeta y a los seres que habitan en él.

El niño crece y se desarrolla bajo la influencia de un complejo proceso docente-educativo, en el que la escuela cumple un encargo social que tiene el objetivo de que el futuro ciudadano reciba enseñanza y educación, y se integre a la sociedad en que vive de una manera armónica, formado política e ideológicamente en correspondencia con los principios de nuestra sociedad. En este sentido hay que educar al niño para que ocupe plenamente el lugar que le corresponde en la naturaleza, como elemento componente de ésta. Él debe comprender que es parte integrante del sistema ecológico y que, como tal, tiene deberes que cumplir.



DE LAS FINANZAS AL AMBIENTE: PRINCIPIOS PARA SUPERAR LAS CRISIS

En el mundo financiero -y que hoy adaptamos a la realidad ambiental- existe un principio conocido como YNE/TNE: “Yo no estaré o tú no estarás cuando todo vaya mal”, esto expresado en palabras cotidianas: yo me acomodo ahorita, otro vendrá atrás y resolverá; yo no estaré. Bajo este principio somos creadores de riesgo y constructores de miseria, generadores de más activos tóxicos y promotores en el sistema socio ambiental de la inequidad, del desequilibrio y de malestar.

En materia ambiental podemos ir en otra dirección: “lo legal debe ir de la mano con lo ético”. Si no soy yo, quién, si no es ahora, cuándo. Este debe ser un principio que rija no sólo la acción ambiental sino cualquier actividad del acontecer diario de la humanidad. No es casual que un principio financiero tenga su eco en un principio ambiental y viceversa. Somos en esencia una red social. Ya Friedman (2009) estableció una relación entre la desestabilización del mercado y de la madre naturaleza, teniendo, según él, ambas las mismas causas, y escribió sobre un colapso mayúsculo en la responsabilidad individual e institucional de actores clave tanto del mundo natural como del financiero: se privatizan los beneficios obtenidos del ambiente y sociabilizan las pérdidas creando cadenas perversas de riesgo creciente, evitando ser responsables de ellas más tarde e implantado una cultura de la irresponsabilidad.

EDUCACIÓN AMBIENTAL Y FORMACIÓN DE VALORES: HUMANISMO, SOLIDARIDAD Y RESPONSABILIDAD

La enseñanza de valores es un tópico que en los últimos años se ha desarrollado en la educación contemporánea. Valores como Humanismo, solidaridad y responsabilidad, son sólo algunos de ellos, los cuales son considerados y tratados en los actuales programas educativos y cursos. En el caso de la educación ambiental, estos valores son de gran importancia: su contenido se relaciona con las cuestiones fundamentales de la contaminación, la extinción de especies, el agotamiento del agua potable, etc.

La incorporación de estos tres valores (humanismo, solidaridad y responsabilidad), a la educación ambiental, su consideración y tratamiento debe ir a la esencia de los problemas ambientales y no a cuestiones superficiales, carentes de contenido. En el presente artículo tratamos tres valores: el humanismo, la solidaridad y la responsabilidad, primero, mostrándolos, en el contexto de lo ambiental, luego, considerando su tratamiento por la educación en general y la educación ambiental, en el ámbito de América Latina

5 DE JUNIO DÍA MUNDIAL DEL MEDIO AMBIENTE
“Si se quiere salvar a la humanidad de esa autodestrucción, hay que distribuir mejor las riquezas y tecnologías disponibles en el planeta. Menos lujo y menos despilfarro en unos pocos países para que haya menos pobreza y menos hambre en gran parte de la Tierra. No más transferencias al Tercer Mundo de estilos de vida y hábitos de consumo que arruinan el medio ambiente. Hágase más racional la vida humana. Aplíquese un orden económico internacional justo. Utilícese toda la ciencia necesaria para un desarrollo sostenido sin contaminación. Páguese la deuda ecológica y no la deuda externa. Desaparezca el hambre y no el hombre.” (Fidel Castro Ruz, 1992)
a palabra "biodiversidad" se compone de la palabra griega "bios" (vida) y la palabra latina "diversitas" (diversidad o diferencia). De manera general, por consiguiente, biodiversidad quiere decir: diversidad de la vida, por tanto Biodiversidad es la variedad de los seres vivos que habitan en la Tierra.
Cuba también protege sus recursos naturales, este pequeño archipiélago antillano festejará el próximo cinco de junio, el Día Mundial de Medio Ambiente a pesar de los síntomas de cambio de clima en el planeta o a los vaivenes que hacen tambalear hoy la economía global. En la Mayor de las Antillas se realiza el análisis del cumplimiento de la Estrategia Ambiental Nacional correspondiente a 2007-2010 y ya se labora en el diseño de la del período 2011-2015.
CÓMO GENERAR EDUCACIÓN AMBIENTAL
Desde tiempos remotos la tierra ha representado fuente de vida para el hombre, proveyéndolo de todo cuanto ha necesitado para subsistir. De esta manera el hombre ha explotado, y continúa haciéndolo, los recursos que le brinda la naturaleza, sin embargo en las tres últimas décadas se ha hecho evidente la explotación indiscriminada e inconsciente de los recursos naturales renovables y no renovables.
La educación es, a la vez, producto social e instrumento de transformación de la sociedad donde se inserta. Por lo tanto, los sistemas educativos son al mismo tiempo agente y resultado de los procesos de cambio social. Ahora bien, si el resto de los agentes sociales no actúa en la dirección del cambio, es muy improbable que el sistema educativo transforme el complejo entramado en el que se asientan las estructuras socioeconómicas, las relaciones de producción e intercambio, las pautas de consumo y, en definitiva, el modelo de desarrollo establecido.
Todo esto es necesario para crear una conciencia educativa urgente, hoy por hoy no han tenido los resultados esperados, y esto se debe en mucho a que la educación que se imparte en las escuelas ha estado aislada, al margen de la sociedad que la rodea, en vez de incluirla como una parte integral que da vida y forma a los contenidos escolares. Concebir que lo que se enseña en la escuela es un aprendizaje aislado es precisamente la causa de que aún no haya una educación social que formule y lleve a cabo propuestas concretas de cuidado hacia el cada día más deteriorado ambiente. Si se persiguen objetivos donde los niños, los maestros y la comunidad en general trabajen, con el apoyo de campañas visuales y programas en los medios masivos de comunicación, entonces la educación social con respecto al cuidado del ambiente podría estar cerca de lograrse.
En definitiva, la educación ambiental es un proceso integral, sistemático y permanente de información, formación y capacitación formal, no formal e informal, basado en el respeto a todas las formas de vida, por el que las personas, individual y colectivamente, toman conciencia y se responsabilizan del ambiente y sus recursos, mediante la adquisición de conocimientos, aptitudes, actitudes, valores y motivaciones que le facilitan comprender las complejas interrelaciones de los aspectos ecológicos, económicos, sociales, políticos, culturales éticos y estéticos que intervienen en el ambiente.
La educación ambiental en Argentina está poco más que en pañales, pese a los esfuerzos y los planes oficiales que se están tratando de implementar, tanto en el Ministerio de Educación de la Nación como en los organismos equivalentes de las provincias, debido a: La falta de conexión entre las medidas individuales que se implementan y la problemática social, el carácter temporal de las acciones propuestas (no conducen a la formación de hábitos), no se permite desarrollar la creatividad de los sujetos, ya que no hay continuidad entre el contenido que se transmite y las concepciones y representaciones de los sujetos y para finalizar, la falta de la información sobre los problemas locales en conjunción con la problemática nacional. La asistencia oficial es escasa o prácticamente nula. Esto se debe, principalmente, a la precaria importancia que frecuentemente se da a la educación, tanto desde el estado como otros sectores de la sociedad, se traduce como una contracción del sistema educativo público, como efecto de un presupuesto bajo y la ausencia de un debate acerca de la calidad y beneficios de la educación impartida.
COMPRENDIENDO LA EDUCACIÓN PARA EL DESARROLLO SOSTENIBLE
Desde tiempos remotos la tierra ha representado fuente de vida para el hombre, proveyéndolo de todo cuanto ha necesitado para subsistir. De esta manera el hombre ha explotado, y continúa haciéndolo, los recursos que le brinda la naturaleza, sin embargo en las tres últimas décadas se ha hecho evidente la explotación indiscriminada e inconsciente de los recursos naturales renovables y no renovables.
El mundo está viviendo una serie de problemas como la explosión demográfica y degradación del ambiente por el exceso en el consumo de los recursos naturales; también está la contaminación global, pérdida de biodiversidad, destrucción de la capa de ozono, lluvia ácida, cambio climático, modificación atmosférica, desertificación por erosión, entre otros. Estos problemas tienen un impacto negativo y se puede observar en el entorno, la fuente de todos estos problemas es la falta de conciencia hacia nuestro ambiente.
En realidad, el término Educación para el Desarrollo Sostenible sería un término más comprensible, ya que indica claramente el propósito del esfuerzo educativo: educación sobre el desarrollo sostenible, el cual es en realidad la meta de la educación ambiental. El desarrollo es un proceso que esta estrechamente relacionado con el cambio ambiental; no puede examinarse desde un punto de vista exclusivamente económico, sino también en relación con aspectos ecológicos, sociales y culturales. Cualquier concepción de desarrollo cuyas propuestas orienten la actividad económica y social hacia unos determinados objetivos ignorando el contexto ambiental del sistema social, lleva a corto o medio plazo a un proceso de deterioro del medio natural que incluso puede frustrar el logro de los objetivos socio-económicos. Las consideraciones de orden ambiental no pueden ser ignoradas. Pero también una concepción estrictamente ecologista o ambientalista, que haga abstracción del sistema social, de sus conflictos, desigualdades y equilibrios, ocasiona un deterioro del medio ambiente, al no considerar los factores causales de orden social y económico que dan origen al desarrollo y al aplicar criterios de racionalidad ecológica ajenos a veces a los objetivos sociales.
La educación para el desarrollo sostenible en la Argentina está poco más que en pañales, pese a los esfuerzos y los planes oficiales que se están tratando de implementar debido a: La falta de conexión entre las medidas individuales que se implementan y la problemática social, el carácter temporal de las acciones propuestas (no conducen a la formación de hábitos), no se permite desarrollar la creatividad de los sujetos, ya que no hay continuidad entre el contenido que se transmite y las concepciones y representaciones de los sujetos y para finalizar, la falta de la información sobre los problemas locales en conjunción con la problemática nacional. La asistencia oficial es escasa o prácticamente nula. Esto se debe, principalmente, a la precaria importancia que frecuentemente se da a la educación, tanto desde el estado como otros sectores de la sociedad, se traduce como una contracción del sistema educativo público, como efecto de un presupuesto bajo y la ausencia de un debate acerca de la calidad y beneficios de la educación impartida.
CRISIS Y CONCIENCIA AMBIENTAL
Sobre la crisis ambiental mucho se ha dicho y escrito y seguramente mucho más es lo que en un futuro inmediato se seguirá diciendo o comunicando. La profusión de noticias sobre un caso puntual, amenaza cada tanto convertirse en una catarata o alud casi incontenible, que en poco tiempo, colmata gran parte de los espacios informativos y comunicacionales.
Botnia, en su momento fue un ejemplo de ello, pero pasada la disposición de los medios o por otras razones, rápidamente la atención languideció, hasta casi desaparecer. Como consecuencia positiva de estos hechos esporádicos, me atrevería a afirmar que un gran porcentaje de la población y de comunicadores, de cualquier nivel social o cultural, pueden señalar, cuando menos, varias de las aristas de los temas más conflictivos. Muchas ONGs, científicos y expertos han contribuido en esa dirección.
Expresiones o frases, como: guerras del agua, contaminación, calentamiento global, fumigación, especies en peligro, deforestación, residuos, pasteras, minería a cielo abierto, etc., etc., etc., integran el vocabulario cotidiano y común, pero también el periodístico. Lo que nos alentaría a pensar, que así como crecen los niveles de información, también se eleva proporcionalmente, la conciencia social en torno al tema. Reconozco que ha habido un aumento de sectores muy activos de la sociedad, que abrazaron la defensa del ambiente y del Planeta, a través de un verdadero compromiso militante.
Por ello es válido preguntar: Creció la conciencia ambiental general o sólo aumentó el léxico empleado y el activismo ambiental? Más allá de la esperanza puesta decididamente en el avance genuino, y a riesgo de no caer simpático, debo decir que abrigo dudas más que razonables en torno a la percepción social sobre la raíz de los problemas ambientales, su abordaje, soluciones y modos de actuación.
Observo por lo general, una tendencia casi mágica a creer que la crisis es producto directo y exclusivo de unos pocos responsables (que no digo que no lo sean) y así se imputa a acotados actores nacionales, extranjeros o globales. Pese a no dudar que muchos de los acusados tienen mucho que ver en lo que nos pasa, creo que el entuerto es más dilatado y anida en gran parte en los comportamientos individuales, si bien me resisto a poner en un plano de igualdad a víctimas y victimarios, que los hay.
Antaño, cuando una mujer o un hombre salían, decían: “agarro la cartera o me pongo el saco”, hoy al salir “nos ponemos el auto”, aunque recorramos unos pocos metros o cuadras. Se hacen campañas contra el tabaquismo, que es correcto, pero cuando estudios científicos demuestran que caminar media hora por microcentros atestados de automotores, equivale a fumar entre 15 y 40 cigarrillos por día, hacemos mutis por el foro.
Sigamos con otros ejemplos: En Argentina existen, según las fuentes, entre 40 y 50 millones de líneas de telefonía celular, que más allá de los 30.000 o 40.000 millones de pesos que se pagan anualmente y que gran parte se transfiere al extranjero (un disparate en un país con graves carencias), genera toneladas de residuos, en muchos casos altamente tóxicos y sin contar las radiaciones electromagnéticas, cuyos efectos, según algunos estudios científicos, podrían producir similares patologías que muchos productos químicos de uso generalizado.
Frente a esto, tampoco decimos nada, por cuanto hemos internalizado su uso y abuso. Tan es así, que los ponemos al alcance de niños, que carecen de defensas para afrontar estos riesgos y cuya utilización desalientan los especialistas de todo el mundo. No vaya a creer que soy un troglodita enemigo de todas las tecnologías. Creo que todas ellas son un medio, una herramienta y no un fin en si mismo, como muchos parecen aceptar.